Castillo de la Vilueña.
Se trata de un castillo de llanura, que data del siglo XV, de planta rectangular de unos 30 metros de eje mayor, que está situado en un extremo de la población. Algunos de sus tramos alcanzan una altura importante, de 3 a 5 metros, y está realizado en mampostería, con la parte alta realizada en tapial prensado. En uno de sus lados conserva la puerta de ingreso. En altura, y no lejos de ella se levanta un torreón cuadrado y destacado en el muro. En uno de los ángulos, otro torreón de apariencia semejante pero mejor conservado que el anterior. Adosada al amurallamiento se sitúa la iglesia parroquial, cuyo campanario posiblemente fue otra torre del castillo por su similar factura a las torres ya mencionadas. Para cumplir con su nueva función se levantó un cuerpo de campanas también cuadrado y de ladrillo estando rematado por un chapitel octogonal.
Historia.
Construcción original, Siglo XIV
La Vilueña es una población de origen musulmán que fue conquistada después de la batalla de Cutanda por Alfonso I en 1120. Pertenecía a los Zapata a mediados del siglo XIII, junto con la cercana Valtorres, integrándose después en el señorío de Illueca y Gotor, por el matrimonio de María Pérez Zapata con Miguel Pérez de Gotor. El castillo pudo ser levantado en el siglo XIV como consecuencia de las guerras con Castilla por orden de Pedro IV.
Declaración, Siglo XXI (2006).
El Castillo de La Vilueña está incluido dentro de la relación de castillos considerados Bienes de Interés Cultural en virtud de lo dispuesto en la disposición adicional segunda de la Ley 3/1999, de 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragonés. Este listado fue publicado en el Boletín Oficial de Aragón del día 22 de mayo de 2006.
Bibliografía.
CABAÑAS BOYANO, AURELIO. Aragón, una tierra de castillos, El Periódico de Aragón, Zaragoza, 1999, p. 139.
GUITART APARICIO, CRISTÓBAL. Castillos de Aragón, Librería General, Zaragoza, 1976, p. 158, tomo III.
Iglesia de la Vilueña.
La Iglesia de Santa María posee una estructura gótico-mudéjar sobre arcos diafragma. En su interior alberga uno de los grandes tesoros del municipio: la imagen del Cristo de la Capilla. La torre de la iglesia es de mampostería de cuarcitas y ladrillo con estructura de almenar. Aún alberga restos del viejo cementerio, así como del castillo con muros de mampostería y una torre de tapial.
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San Juan.
La ermita fue construida en el siglo XVIII y se sitúa en lo alto de un cerro que domina el valle. Construcción de mampostería con bancos de obra en los laterales y púlpito. Mantiene un arco diafragma reforzado por una columna en su parte central para ayudarle a sujetar el tejado. Durante años, estuvo totalmente cerrado al culto y amenazaba ruina hasta que en 2010 se terminó su restauración y se volvió abrir al público. De hecho, los vecinos de La Vilueña celebran su romería a finales del mes de agosto.
San Sebastián.
Esta ermita forma parte del recinto del cementerio, aunque data de varios siglos antes. El edificio es de mampostería y adobe con arcos diafragma, y ha sido también restaurada. Albergaba un retablo popular de interés que también fue trasladado a la parroquia.